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(Video) ¿Sin agua y con mucho menos oxígeno? El futuro en Morelos luce complicado

La opinión de Pedro Tonantzin sobre el uso desmedido de recursos naturales en Morelos.

pedro tonantzin opinion
Foto: 24 Morelos

Este fuerte calor que se ha sentido en los últimos dos meses debe llamarnos a la reflexión sobre lo que estamos haciendo con el planeta, desde ser actores de su destrucción o simplemente callar por comodidad, para no enfrentar a quienes por su ambición desmedida parece no interesarles el futuro.

Y tal vez esa sea la palabra clave, "el futuro", ¿lo habrá para una siguiente generación?: sin agua, sin oxígeno, sin árboles... Hoy en Morelos las principales áreas boscosas de Huitzilac están siendo taladas sin ninguna obstrucción, se tala para abrir a tierras de cultivo o ser invadidos los predios por la mancha urbana, no hay autoridad ambiental, la PROFEPA es un club de burócratas que cobra puntualmente su quincena sin hacer nada, su especialidad es mirar hacia otro lado, mientras el bosque, la fábrica de agua, agoniza.

Los políticos, especialistas en mentir, hacen lo mismo, los talamontes y cabezas del crimen organizado en Huitzilac pasean por las oficinas del Congreso de Morelos, donde tienen cobijo; a nadie de las autoridades parece importarle lo que ocurre en esa zona. La ambición de los criminales puede no tener límites, pero la tierra sí, y con estas ola de calor nos demuestra que está colapsando, sin embargo, la quema del bosque continúa para fraccionar.

Lo mismo ocurre en la zona oriente en Jantetelco, donde toda la falda del Cerro del Chango está siendo fraccionada; en la sierra de Montenegro en Zapata, donde la marcha urbana ya invade los cerros; lo mismo en Jiutepec en la zona de San Gaspar y El Texcal, que nuevamente ha sido ocupado por invasores; incluso en Tepoztlán, donde los movimientos ecologistas parecen haber claudicado o no ver que los cerros sagrados son invadidos por casas que destruyen la naturaleza.

Esta semana, además del golpe de calor, la naturaleza nos dará un golpe de realidad, el agua en los mantos freáticos de Morelos se está acabando y no hay poder humano que pueda cambiar esa realidad, no hay red de corrupción y moche que convenza a la naturaleza de lo contrario, no llueve y los pozos, lagunas y ríos empiezan a secarse, sin embargo, muy pocos siguen abogando por los árboles, el resto de la sociedad los observa como los locos exagerados y prefieren no ver la realidad, que nuestra ciudad pierde árboles todos los días, una plancha de cemento que aumenta la temperatura, crece y crece... los bosques que rodean Cuernavaca desaparecen. No habrá mañana si hoy sembramos un árbol y cuidamos el agua.

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