El proceso interno de Morena en Morelos si algo nos ha dejado en claro es su incongruencia y la ausencia de democracia interna. Lo último ha sido la elección de los aspirantes a las diputaciones federales, entre ellos reconocidos militantes de ese partido, pero llama la atención la designación de Agustín Alonso, diputado local y principal protector de la red de poder del fiscal Uriel Carmona.
Mucho tendrán que explicar a su militancia, como alguien que incluso descalificó a Claudia Sheinbaum por la detención del fiscal, ahora está siglado por Morena. El fiscal puede estar tranquilo, desde las entrañas de Morena ya hay quien lo defienda, porque desde el falso discurso de la oriundez lo que en realidad protegen es su impunidad.
Por cierto, la campaña de desprestigio contra Margarita González, vislumbra una campaña política agresiva que mucho va a depender del orden que ponga el árbitro, en este caso, los siete consejeros del IMPEPAC, quienes parecen estar más preocupados porque les den más presupuesto que por ponerse a trabajar y frenar el clima de violencia política a través de mensajes falsos, videos, espectaculares y hasta pintas en bardas con mensajes de odio.
Será difícil para los consejeros llamar al orden, cuando tres de ellos están bajo sospecha de su mala actuación, que fueron removidos del cargo por no hacer su trabajo y regresados con argucias legales, ojalá que las magistradas del Tribunal Electoral si estén a la altura del proceso electoral, de su capacidad va a depender la tranquilidad de la elección.
Margarita González debe entender que no es suficiente la gran ventaja que le da la marca y que una vez arrancando el periodo de campaña se enfrentarán a una maquinaria bien aceitada de Lucía Meza, que va sin reserva alguna a buscar el voto.
Desde este espacio expreso mi absoluto rechazo al ataque de que fue objeto mi compañero Andrés Salas, director del Portal de Noticias de Cuautla, en el que su chófer y amigo Noé perdió la vida, y su hermano resultó herido; hoy ha sido condenado al exilio, como muchos ciudadanos en Cuautla que han sido obligados a cerrar negocios y dejar su familia y su casa.
No más violencia en Cuautla, no se mata la verdad matando periodistas.
