El choque de trenes de la oposición en su conjunto contra el presidente de la República da nota todos los días; la empresaria, posible candidata y senadora Xóchitl Gálvez interpuso una denuncia ante la FGR contra Andrés Manuel López Obrador por haber revelado información fiscal y financiera de sus empresas.
Por su parte, el PAN y el PRD exigieron al INE (al que por cierto ya no defienden tanto) suspenda las conferencias mañaneras por lo que consideran una inminente reiteración de conductas antijurídicas, algo que apoya la consejera electoral Claudia Zavala argumentando que las conferencias de AMLO rompen con el principio de equidad electoral y que un servidor público no puede meterse en esas cuestiones, olvidando extrañamente a las cámaras de diputados y senadores donde aún permanecen activos dos aspirantes en la justa presidencial que hacen proselitismo todos los días.
Lo anterior es parte del fervor político y es válido en una democracia, lo que es inadmisible e irresponsable es que agoreros del desastre traten de construir, con fines mezquinos y con rudimentario análisis, la idea de un posible atentado contra quien quiere ser precandidata, así como endosar anticipada factura de esta hipótesis al titular del Ejecutivo, haciendo pasar la popularidad como un poder de convocatoria criminal, con una intención que no parece advertir sino invocar.
Y es que no puede ser pretexto para la construcción de una candidatura diseñar una tragedia, todos los magnicidios en nuestro país tienen un común denominador, fueron complots perfectamente organizados en donde nadie cree teorías de locos asesinos solitarios, por lo tanto si existen pruebas deberían aportarse para la tranquilidad de todos.
(Video) Diseñando un atentado
La opinión de Michelle Onofre sobre los desencuentros entre Xóchitl Gálvez y AMLO.
