Integrantes de defensa de los Derechos Humanos, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviaron un comunicado a las autoridades de Afganistán, para que finalicen las penas de ejecución pública y castigos que vulneren la integridad y derechos de las y los afgános.
En la misiva, el grupo de expertos externaron su preocupación y pidieron al régimen talibán que de manera "inmediata" se ponga fin a "toda forma de castigo cruel y denigrante", porque desde el pasado 18 de noviembre, un centenar de mujeres han sido condenados a penas severas como recibir de 20 a 100 latigazos en público.
La carta se vuelve urgente después de la primera ejecución que se registró tras el regreso al poder de los talibánes, la cual se realizó el 7 de diciembre en la localidad de Farah, tan sólo tres semanas después de que las autoridades ordenaran la reanudación de la pena capital contra determinados delitos.
"Pedimos a las actividades de facto que establezcan de inmediato una moratoria en la pena de muerte, prohíban los latigazos y otros castigos físicos que pueden constituir tortura, y garanticen juicios justos de acuerdo con los estándares internacionales", determinaron los integrantes de la ONU.
