Recientemente, se ha dado a conocer una noticia que ha captado la atención de todos: los restos del submarino Titán, que se dirigía hacia el famoso Titanic en el fondo del océano Atlántico, han sido encontrados y llevados a Canadá para su análisis.
Pelagic Research Services, la empresa propietaria del buque Odysseus, informó que las operaciones en alta mar fueron completadas "con éxito". Después de diez días de arduo trabajo, el proceso de desmovilización del Horizon Arctic, la embarcación encargada del traslado de los restos, ya está en marcha.
Se puede apreciar la proa del Titán, que se mantiene intacta pero sin la pieza transparente que solía cubrir el ojo de buey. También se ha descubierto una gran sección de la maquinaria trasera del submarino, la cual está compuesta de materiales como titanio y fibra de carbono.
Actualmente, se está llevando a cabo una exhaustiva investigación para determinar qué fue lo que realmente sucedió en las profundidades del océano. Tras conocerse esta tragedia, han surgido testimonios que revelan las advertencias previas que se le hicieron al equipo de OceanGate, la empresa responsable de la expedición.
Ante la falta de certificación que respaldara la seguridad de los pasajeros, se dieron varios consejos para retirar la oferta turística. Incluso aquellos que participaban en el viaje debían firmar extensos documentos en los que eximían a OceanGate de cualquier responsabilidad.
Finalmente, los restos del submarino Titán han llegado al puerto de Terranova, en Canadá. Con la ayuda de las grúas del Horizon Arctic, las piezas han sido descargadas y ahora están listas para ser minuciosamente examinadas. La Guardia Costera estadounidense ha iniciado una investigación oficial con el objetivo de esclarecer las causas de la implosión.
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