Xóchitl Gálvez, virtual candidata presidencial del Frente Amplio por México, se ha visto envuelta en controversias relacionadas con sus propiedades, generando interrogantes sobre su transparencia y compromiso con la sociedad.
Cuando se le cuestionó sobre este tema durante una reciente conferencia de prensa, Gálvez respondió con la frase "Es un asunto privado". Esta declaración ha suscitado una serie de debates y discusiones en torno a la naturaleza de la información sobre sus propiedades y la responsabilidad de un servidor público de rendir cuentas.
Es importante mencionar que las propiedades de Xóchitl Gálvez están registradas en el Registro Público de la Propiedad, lo que significa que su existencia y titularidad son de conocimiento público.
Uno de los temas que ha generado mayor controversia es la venta de un departamento que Gálvez había prometido regalar a la beneficencia pública cuando era delegada de la Alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México.
Aunque renunció a su cargo para buscar otro en el Senado, no está claro si cumplió con su promesa de donar el producto de la venta de su departamento. Además, el partido político MORENA ha solicitado la demolición de una de las propiedades de Xóchitl Gálvez, alegando que su construcción no cuenta con los permisos correspondientes.
Por su parte, ella ha defendido su decisión de mantener estos asuntos como privados, argumentando que no está obligada a hacer públicos los detalles de sus bienes personales. Sin embargo, esta postura ha sido objeto de críticas, ya que contrasta con su anterior actitud de exigir transparencia y responsabilidad a otros funcionarios públicos.
Sin embargo, la negativa de Xóchitl Gálvez de proporcionar información detallada sobre sus propiedades plantea interrogantes legítimos y abre el debate sobre la responsabilidad de los líderes políticos en el ejercicio de sus funciones públicas.
