ir al contenido

Es llamada “dro*ga zombi” y se está esparciendo por México y Latam

Varios países han emitido alertas sanitarias sobre los peligros del policonsumo de dro*gas.

Foto: Redes

Desgraciadamente, el consumo de sustancias ilícitas en México ha aumentado notablemente, con una prevalencia del 9.9% de la población entre 12 y 65 años que ha consumido alguna droga ilegal alguna vez en la vida. Ahora, la que está de “moda” es llamada “dro*ga zombi” y se está esparciendo por México y Latam.

Según estadísticas, los hombres son quienes consumen más (15.8%) en comparación con las mujeres (4.3%). La marihuana es la droga más consumida, seguida por la cocaína y otras sustancias con menor prevalencia. La edad promedio de inicio es alrededor de los 18 años.

La “droga zombi” tiene en alerta a Estados Unidos y se llama xilacina, sin embargo, según alerta el programa Global de Monitoreo de Drogas Sintéticas (SMART) de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), su consumo está creciendo de manera inquietante en varios países de América Latina y en México.

Se trata de un sedante veterinario utilizado para calmar y relajar animales, especialmente caballos y perros, pero por supuesto no está aprobado para uso humano. En últimos años, suele mezclarse principalmente con fentanilo y heroína para potenciar sus efectos y abaratar costos, lo cual es peligrosísimo.

La presencia de xilacina está confirmada en muestras de drogas en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y México. Por eso es que estos países han emitido alertas sanitarias sobre los peligros del policonsumo de drogas, es decir, esta mezcla que aumenta el riesgo de una amplia variedad de daños.

Lleva el sobrenombre de “droga zombie” porque provoca una profunda sedación que deja a las personas inmóviles, con movimientos lentos o caídas, como un “zombie”. Además, su consumo repetido genera graves daños en la piel, como úlceras, infecciones y necrosis, que a veces requiere amputaciones.

La sustancia se ha encontrado en combinación mortales con estimulantes, alucinógenos y disociativos. Es clave que los sistemas de salud tomen cartas en el asunto, pero también las familias, que se hable en casa, pues se trata de combinaciones por de más riesgosas.


Síguenos en Facebook y X para más información.

Más reciente