Joaquín Guzmán Loera es uno de los narcotraficantes más famosos y poderosos de México, llegó a dominar el tráfico de drogas en el país y expandió sus operaciones a más de 50 países. Él y su familia están desde hace años en el ojo del huracán, pero ¿quién es el hijo de “El Chapo” que se alejó del nar*co?
La influencia de Guzmán Loera fue tal que llegó a figurar entre los hombres más buscados y poderosos del mundo, según la revista Forbes. Tiene 6 hijos y varios de ellos, desde su reclusión, se han encargado del “negocio” familiar.
“Los Chapitos” (Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Ovidio y Joaquín) son señalados por autoridades de México y Estados Unidos como los principales herederos del cártel, pero hay dos hijos más que se mantienen al márgen del tráfico de sustancias ilegales: Alejandrina y César.
César Guzmán Salazar llama especialmente la atención, pues mantiene un perfil bajo y, hasta donde se sabe, alejado de las actividades ilícitas. Es empresario en bienes raíces y servicios médicos, principalmente en Jalisco.
César ha desarrollado una carrera en el mundo empresarial que ha crecido los últimos años de la mano de su hermana, Alejandrina, también en la venta de artículos escolares y en el sector de diseño de modas, en ciudades como Guadalajara y Zapopan.
Por extraño que parezca y a pesar de la alta peligrosidad que representan en México y el extranjero los Guzmán, tanto César como Alejandrina, fruto del primer matrimonio de El Chapo con María Alejandrina Salazar Hernández, se mantienen al margen del legado criminal de uno de los hombres más famosas del mundo entero.