La Secretaría de Gobernación y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, exhibieron al Fiscal de Morelos, Uriel Carmona, pues consideran que ha tenido un desempeño “sospechoso” y “corrupto”, el cual ha logrado librar la acción de la justicia por sus relaciones e influencias en el Poder Judicial.
El miércoles de la semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió una controversia entre el Congreso de la Unión y el fiscal de Morelos, respecto a su fuero, el fallo favorece al fiscal y advierte que sólo el Congreso de Morelos puede retirarle el fuero y someterlo al imperio de la ley, ante la serie de acusaciones que hay en su contra.
El mismo presidente dijo que esa controversia llevaba más de 20 meses en trámite, ante la SCJN, pero súbitamente fue resuelta, porque la Fiscalía General de la República (FGR), el pasado 5 de julio, solicitó a un juez federal fijar fecha para imputar al fiscal y de pronto los ministros decidieron darle trámite y resolver a su favor, además el juez hasta la fecha no ha respondido a la petición de la Fiscalía Federal.
El escándalo pone en evidencia que efectivamente hay estructuras corruptas que se niegan a dejar sus privilegios, porque defiende los intereses del exgobernador Graco Ramírez, quien enfrenta 65 carpetas de investigación y ninguna ha avanzado, por supuesto cuida los intereses de los diputados locales del llamado Bloque de los 15, quienes lo mantienen en el cargo, pese a que su ineficiencia lo ha llevado a mantener en la impunidad el asesinato de una diputada desde hace nueve meses.
En cada oportunidad, el fiscal Uriel Carmona se dice autónomo y apolítico, nada de eso es verdad, él mismo el pasado 12 de julio, en una reunión con La Barra de Abogados, invitó a la senadora Lucía Meza y promovió el voto a favor de la Senadora en la selección interna de MORENA, al decir que él votará por ella.