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(Video) El “secuestro” al Congreso del Estado de Morelos

La opinión de Jesús Castillo sobre el nuevo escándalo del G-15.

opinion de jesus castillo
Foto: 24 Morelos

La decisión de los quince diputados que tienen “secuestrado” el Congreso Local de no dar cumplimiento a las sentencias del Tribunal Estatal Electoral (TEE), nos recuerdan mucho a aquel candidato a la presidencia de la República que dijo “al diablo las instituciones” y que hoy desde Palacio Nacional pide que “no me vengan con que la ley es la ley”.

Solo así se puede entender ese comunicado oficial en el cual se da a conocer que el Pleno del Congreso de Morelos aprobó los acuerdos parlamentarios en los cuales se declaró “la imposibilidad material y jurídica” de este Poder Legislativo para dar cumplimiento a las resoluciones emitidas por el Tribunal Electoral del Estado de Morelos que pretendían reestablecer la integración de sus Comisiones Legislativas y Junta Política y de Gobierno.

Y el título que le pusieron al boletín no tiene progenitora: “Frenan diputados intento del TEEM de afectar la autonomía, independencia y soberanía del Poder Legislativo”.

Ya nada más falta que cuando un juez de Distrito o la Suprema Corte les ordene dejar sin efectos un decreto, también contesten con un comunicado que diga “Frenan heróicos diputados intento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de afectar la autonomía y soberanía del Poder Legislativo de Morelos”.

Desde nuestro punto de vista, tanto la resolución del Tribunal de las tres mujeres como la contestación del pasado 26 de abril tienen mucho de bilis y poco de sustento jurídico, es decir, fue hecho con el hígado y no con el cerebro.

Pero esto no es de ahorita. El antecedente de este nuevo pleito del G—15 es el punto de acuerdo que subió la diputada panista Andrea Gordillo en la que se quejaba de las magistradas electorales ante el Senado, en venganza porque ya le habían quitado la diputación para dársela a Alejandra Flores y que el Tribunal de alzada le devolvió.

Fuentes del Congreso aseguraron que las magistradas hablaron para advertir que, si subían ese punto de acuerdo, “tendrían que atenerse a las consecuencias” y si algo tiene esta legislatura es que está conformada por puros “chamacos” impulsivos y beligerantes.

Así fue como los diputados pidieron a sus asesores jurídicos que les proporcionaran una salida legal para este asunto. Abogados al fin, los colaboradores les dieron una opción que, si bien no tiene efectos de fondo, sí les permitirá ganar tiempo y que las magistradas no se salgan con la suya.

Así, con el voto de 14 legisladores, se aprobó un acuerdo para solicitar al presidente de la Mesa Directiva y las autoridades competentes de este Poder Legislativo “se abstengan de dar cumplimiento a los fallos del Tribunal Estatal Electoral hasta que culmine la cadena impugnativa imperante”.

Esa determinación debería ser enmarcada y utilizada por las universidades que imparten la carrera de Derecho como muestra de una aberración jurídica hecha por un grupo que no tiene la razón, pero sí cuenta con los votos necesarios para hacer de este estado lo que ellos quieran.

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