No hay palabra que defina con mayor claridad de lo que pasa en Cuautla que la impunidad, pese al operativo federal que se ha desplegado, los criminales siguen asesinando personas y amenazado a los dueños de negocios para someterlos al pago del impuesto que los criminales han fijado, lo mismo para una tortillería que para una tienda de abarrotes, los bares y cantinas de plano han cerrado porque no hay autoridad en esa ciudad.
Al alcalde Rodrigo Arredondo de plano le vale un cacahuate lo que pasa en la ciudad que gobierna, afianzado en su partido Morena esta más preocupado por la reelección y que su cuñada, la secretaría general de ese partido, impulse su permanencia en el cargo, que atender la urgencia de generar paz en una ciudad de 250 mil habitantes que todos los días reporta cuando menos un homicidio.
Rodrigo Arredondo y la vanalidad con la que se ha desempeñado en el cargo goza del respaldo de su partido Morena que a la voz de abrazos y no balazos ha dejado solos a los ciudadanos de Cuautla. Tan solo este fin de semana una persona perdió la vida y otra más resultó gravemente herida en una tortillería; un narcomensaje más fue colocado en otro establecimiento de este giro el pasado domingo, en un despliegue de cinismo de los delincuentes que se saben impunes, porque la autoridad no quiere y no puede hacer nada contra los que amenazan a los ciudadanos que trabajan.
En Cuautla, las extorsiones y los crímenes aumentaron más del 100% en el 2023, es decir, el doble en comparación con otros años, esa cifra parece no importarle a la autoridad municipal, como tampoco le importa que el líder de los comerciantes del Mercado Hermenegildo Galeana, Jorge Alberto Andrade García, haya sido asesinado, pese a sus múltiples llamados de auxilio para aumentar la seguridad en ese centro de abastos, él ya había sido secuestrado en octubre para obligarlo a entregar los recursos asignados después del incendio de sus locales, nadie atendió esa alerta.
Pero qué le puede importar al alcalde de Cuautla, si en el 2023 dos de sus ayudantes fueron asesinados y el pasado 4 de enero el regidor Giovanni Lezama fue asesinado también, esta vez por la espalda cuando se ejercitaba en un gimnasio del centro de Cuautla.
Nada de eso importa, Rodrigo Arredondo, por inverosímil que parezca, pretende presentarse a las urnas en la siguiente elección, ahora toca a los cuautlenses decidir si quieren continuar viviendo en la indiferencia de un alcalde que vive en la fiesta e ignorando lo que ocurre y pretendiendo ocultar la realidad, por que a decir de él mismo en "Cuautla no pasa nada".
(Video) Cuautla: heroica, histórica e impune
La opinión de Pedro Tonantzin sobre la violenta situación que vive Cuautla.