La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) considera que la propuesta de reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales será beneficiosa para disminuir el desempleo. Esta iniciativa, que se debate en el Congreso de la Unión, podría incrementar el bienestar de los trabajadores y contribuir a una menor tasa de desocupación, según el organismo.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó en octubre un descenso histórico en el desempleo en México, con la tasa de desocupación cayendo al 2.6% de la población económicamente activa. La CEPAL sostiene que la propuesta, aún en discusión, favorecería el equilibrio entre la vida laboral y familiar, promoviendo la igualdad de género y la corresponsabilidad social.
La iniciativa propone que las jornadas laborales no superen las ocho horas diarias y cinco días a la semana, manteniendo el mismo salario y considerando horas extras a partir de la hora 41. Según la comisión, esta reducción no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también sería crucial para trabajos bien remunerados y con acceso a protección social.
Sin embargo, representantes del sector privado expresan preocupación. Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y José Abugaber, líder de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), cuestionan el momento adecuado para la implementación de esta reforma, preocupados por su impacto en la mano de obra disponible y en la atracción de inversiones.
José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), advierte sobre la baja productividad de los trabajadores mexicanos en comparación con otros países de la OCDE y el riesgo de desincentivar inversiones. La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), Esperanza Ortega, coincide en la necesidad de capacitar más al personal para incrementar la productividad.
A pesar de la controversia, la CEPAL subraya que los trabajadores mexicanos están entre los que más horas laboran al año, una estadística que se mantiene alta incluso en el contexto latinoamericano. La propuesta de reducción laboral, por tanto, abre un debate crucial sobre la eficiencia laboral y el bienestar de los trabajadores en México.
