El 5 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora, un incendio provocado por la propagación del fuego desde una bodega contigua cobró la vida de niñas y niños y dejó más de 100 heridos. A 16 años de la tragedia de la Guardería ABC, esto es lo que sabemos.
La guardería, que operaba bajo un esquema de subrogación del IMSS, carecía de medidas básicas de seguridad como detectores de humo, extintores y salidas de emergencia adecuadas. Este lamentable suceso evidenció graves omisiones y negligencias por parte de autoridades.
Inicialmente 22 funcionarios públicos fueron sentenciados por negligencia, actualmente solo 10 permanecen con condenas reducidas. Solo una persona está en prisión, y las penas de cárcel impuestas, que como mínimo eran de 20 años, quedaron en menos de seis años, por lo que familias de las víctimas denuncian impunidad en un caso que, por cierto, sigue en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Como resultado de aquella tragedia, fallecieron 49 menores y hubo un número indeterminado de niños y adultos lesionados. Hoy hay mamás y papás que siguen pidiendo apoyo y justicia, pues hay pequeños no reconocidos como víctimas que, aunque sobrevivieron, padecen secuelas: por lo menos 82 sobrevivientes enfrentan afectaciones pulmonares, y los efectos de quemaduras externas e internas.
Esta tragedia evidenció graves fallas en seguridad y protección civil, lo que derivó en la creación de la Norma Oficial Mexicana NOM-009-SEGOB-2015 para centros de atención infantil. Sin embargo, la lucha por la memoria continúa vigente en México.
