El pasado jueves 30 de abril, comerciantes de muebles originarios de Ecatepec en el Estado de México, cerraron por más de 8 horas el Paso Exprés de Cuernavaca y colapsaron el tráfico.
La protesta se debió a que la Fiscalía de Morelos durante 8 días no hizo nada ni tuvo un avance para dar con el paradero de tres personas que habían desaparecido el pasado 22 de marzo en la comunidad de Tehuixtla.
Fue necesaria una protesta pública para que el Fiscal Uriel Carmona se “pusiera a trabajar”, aunque en realidad hizo dispendio de recursos en un mega operativo improvisado que no logró ubicar a las víctimas, dio palos de ciego y, como dijeron los familiares en la protesta, sólo los llevó a pasear por la zona sur de Morelos.
Incluso lució su nuevo helicóptero y demostró una vez más que su ineptitud y arrogancia nos cuesta mucho a los morelenses, pero no logra resolver la mayoría de los asesinatos.
Que acaso en el presupuesto de la Fiscalía no está contemplado un cuerpo de policías de investigación especializados, agentes del Ministerio Público y un equipo de punta que se equipara al del FBI, según las propias palabras del Fiscal, la verdad es que todos los días la realidad nos dice lo contrario; que en el mejor de los casos son ineptos, en el peor están coludidos.
La constancia de su fracaso, es que hasta el momento no hay una explicación oficial de cuál fue el paradero de los jóvenes, que las familias tienen que seguir recurriendo a la protesta para obligarlo a simular que trabaja… y que los diputados son indiferentes a los reclamos de sociales porque, según la constitución de Morelos, ellos son los patrones del Fiscal y son quienes lo mantienen en el cargo, aunque sea incapaz de resolver el asesinato de la diputada Gabriela Marín y otros casos más que han tenido impacto mediático y que ni por la presión social han sido resueltos.