Colocar en casa la ofrenda de Día de Muertos en México es una tradición ancestral que honra a los seres queridos que han fallecido, invitando a sus almas a regresar temporalmente para convivir con los vivos. Son muchos los elementos que la conforman, pero estos son los que la Iglesia recomienda no incluir en la ofrenda.
Esta práctica, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, refleja una profunda conexión entre quienes ya no están y quienes los recuerdan, a través de símbolos y elementos con significados muy específicos. No puede faltar la foto del difunto, que personaliza el altar y marca quién será honrado.
Las veladoras o velas iluminan el camino de las almas, además, el papel picado representa el aire y agrega colorido al altar, mientras que la flor de cempasúchil, con su aroma y color, representa al sol que guía el alma hacia su hogar. La comida y bebida favoritas del difunto también forman parte fundamental del altar.
Entonces, ¿cuáles son los elementos que debemos evitar?
El pan de muerto: Aunque popular en los altares, no tiene relación directa con el cristianismo, por lo que no tendría que ser parte de esta tradición.
Tequila o cualquier otra bebida alcohólica: A pesar de que fuera la favorita del difunto, la Iglesia recomienda no colocar en la ofrenda cualquier otro tipo de licor.
Calaveritas de azúcar: Son vistas más como tradiciones populares y no tienen un fundamento religioso formal.
Para la Iglesia católica, el altar debe incluir imágenes religiosas como crucifijos, figuras de santos, veladoras que simbolizan la luz de Cristo, flores, especialmente cempasúchil, y algún objeto que haya tenido un significado especial para el difunto en vida, enfatizando así el respeto y la memoria hacia la persona más que la celebración de la muerte.