El Día Internacional de las Lenguas de Señas, se celebra cada 23 de septiembre, una fecha que busca destacar la importancia de proteger la identidad lingüística y la diversidad cultural de las personas sordas y otros usuarios de la lengua de signos en todo el mundo.
Este año se busca resaltar la unidad que estas lenguas generan y los esfuerzos conjuntos de las comunidades sordas, los gobiernos y la sociedad civil para promover y reconocer las lenguas de señas como parte integral de la riqueza lingüística de sus países.
La Federación Mundial de Sordos indicó que en el mundo existen aproximadamente 70 millones de personas sordas en el planeta, en las que se utilizan más de 300 lenguas de señas diferentes, lo que subraya la diversidad y riqueza de estas lenguas naturales que son estructuralmente distintas de las lenguas habladas.
Además de las lenguas de señas nacionales, existe un lenguaje de señas internacional, considerado un pidgin, que se utiliza en reuniones internacionales y en situaciones informales de comunicación entre personas sordas de diferentes países. Aunque menos complejo que las lenguas de señas naturales, este lenguaje internacional desempeña un papel crucial en la comunicación global.
El origen del Día Internacional de las Lenguas de Señas se remonta a una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que proclamó esta fecha con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de las lenguas de señas en la vida de las personas sordas.
Se eligió el 23 de septiembre en honor al establecimiento de la Federación Mundial de Sordos en 1951, una organización comprometida con la preservación de los lenguajes de signos y la cultura sorda como fundamentos para garantizar los derechos humanos de las personas sordas.
El primer Día Internacional de las Lenguas de Señas se celebró en 2018 como parte de la Semana Internacional de los Sordos, un movimiento global que desde 1958 promueve la conciencia sobre los desafíos que enfrentan las personas sordas en su vida cotidiana.
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