Lucy Letby de 33 años fue sentenciada el pasado lunes 21 de agosto a cadena perpetua tras haber sido acusada por el asesinato de siete bebés y el intento de seis más en el Hospital Countees of Chester en el noroeste de Inglaterra.
Ante uno de los casos más largos de la historia criminal británica, el juez James Goss indicó que dado a la cantidad de intentos y de asesinatos, así como la naturaleza de los crímenes que proporcionaron la determinación de un "castigo de por vida".
Este proceso tomo 22 días de deliberación para condenar a la exenfermera neonatal ante la muerte de las víctimas suscitadas entre junio de 2015 y junio de 2016, cuando finalmente fue retirada de sus funciones y ser arrestada hasta julio de 2018.
La culpable trabajaba en la unidad de cuidados intensivos. Letby atacaba a sus víctimas cuando los padres y la enfermera a cargo no se encontraba en el lugar. Fue acusada de lastimar a 17 bebés, que en su mayoría eran niños vulnerables, prematuros o enfermos.
Durante el juicio, colegas de la culpable, expresaron su preocupación desde que esta se encontraba en operaciones. Esto debido a que ella siempre se encontraba en turno cuando los decesos de los bebés se daban a conocer. Según comentan, Letby les decía que estos desafortunados hechos eran "solo una racha de mala suerte".
Ante la ausencia de la culpable en el juicio, los padres de las víctimas enfurecieron.
"No creo que alguna vez superemos el hecho de que nuestra hija fue torturada hasta que no le quedó más lucha y todo lo que pasó durante su corta vida lo hizo deliberadamente alguien que se suponía que debía protegerla y ayudarla a ir a casa, donde pertenecía", dijo la madre de una niña en un comunicado leído en la corte.
El caso ha sido todo un escándalo y dado las atrocidades, se espera que la justicia haga todo en su poder para que la culpable pague por sus atroces crímenes.