Conocemos como canasta básica al conjunto de productos alimenticios y de higiene que una familia necesita para cubrir sus necesidades básicas diarias. Busca garantizar una alimentación saludable y equilibrada para la población, sin embargo, hacerlo se complica cuando la canasta básica aumentó casi 4% en México.
Actualmente, la canasta básica está compuesta por 24 productos esenciales, entre ellos aceite vegetal, arroz, frijol, huevo, carne de res, pollo, cerdo, jitomate, cebolla, limón, manzana, tortilla de maíz, pan de caja, leche, azúcar y productos de higiene como jabón y papel higiénico. Se trata de lo indispensable para que una familia promedio pueda vivir de forma digna y tranquila.
En julio de 2025, el costo mensual de la canasta alimentaria en México alcanzó los mil 856.91 pesos por persona en el ámbito rural, lo que representó un incremento de 2.9% en comparación con el mismo mes del año pasado. Ahora bien, el costo de la canasta básica en zonas urbanas del país es de 4 mil 719 pesos, por lo que encareció 3.6% en comparación con el mes de julio del 2024, esto de acuerdo con las Líneas de Pobreza por Ingresos, difundidas por el Inegi.
En las zonas rurales, el aumento fue inferior a la inflación general anual registrada en el país (de 3.5%), mientras que en las zonas urbanas la superó en 0.8 puntos porcentuales. Este dato es clave, pues el costo de esta canasta sirve para definir políticas públicas, como el salario mínimo. Mantener la canasta accesible contribuye a mejorar la calidad de vida y garantizar la seguridad alimentaria de la población, no es cosa menor.
Un aumento descontrolado del costo de la canasta básica puede causar reducción del poder adquisitivo, cambios en los hábitos de consumo, incremento de la pobreza y desigualdades, además de presión sobre la economía familiar y social.